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lunes, 23 de junio de 2014

Los símbolos y las energías del solsticio de verano

SAN JUAN

El origen de la celebración de la Noche de San Juan es pagano, como casi todas las fiestas religiosas, y está vinculado a la conexión del hombre con los ciclos de la naturaleza. En la noche de San Juan, se encienden hogueras o fuegos, para festejar la llegada del solsticio de verano.

Simbólicamente el fuego tiene una función purificadora. La tradición dice, que estas hogueras tenían la finalidad, de protegerse de espíritus malignos y atraer a los buenos, que se liberaban en esta época del año. En las hogueras también se libraban encantamientos de amor y de fertilidad. Dado que este día tiene una gran carga mágica, tradicionalmente las brujas, aprovechaban para recargarse de poder para todo el año, recolectando hierbas mágicas. Las plantas que florecen o germinan en el solsticio, tienen sus poderes curativos y mágicos potenciados, por lo que solían recolectarlas en esta noche.  Entre estas plantas estaban las rosas, la Artemisa, la Verbena, el Hipérico, la Dedalera , los Helechos, la Milenrama,..: 

En Galicia, esta es la verdadera noche de las brujas, o como la llaman "Noite da Meiga",  es la más importante de toda su tradición. Allí tienen asociado a esta noche un árbol.

LOS ENCANTAMIENTOS

La liberación de encantamientos, tiene su explicación en el brillo del Sol, que en esta época alcanza su mayor esplendor. Es un símil de nuestra compresión iluminada, ya que los encantamientos, desde el punto de vista psicológico, se producen por la acción de las creencias sobre nuestro inconsciente. El encantamiento actúa como una suerte de sugestión y fascinación hipnótica, y en esta noche se nos presenta la oportunidad de romper esos encantamientos, que se presentan en formas de creencias y supersticiones, y que nos afectan a un nivel muy profundo. Es el momento de liberar esas fuerzas que controlan nuestra parte inconsciente, y también tenemos la oportunidad de atraer nuevas energías renovadas y purificadas.

La noche de San Juan, está profundamente relacionada con la leyenda de “La Encantada”, que prevalece en las antiguas narraciones orales tradicionales de muchos pueblos; desde las Lamias, las Mouras gallegas, las Mari y Mairu vascas, las Anjanas cántabras y las Xanas asturianas. Todas ellas, responden a versiones variadas y adaptadas a las distintas culturas, pero con una narración común. La película de la Bella Durmiente de Disney, también basó su argumento en esta antiquísima leyenda.

LA LEYENDA

La leyenda de “La Encantada”, al ser una leyenda de tradición oral, tiene muchísimas variedades narrativas, pero casi todas tienen en común una serie de circunstancias y símbolos: la protagonista; una joven de larga cabellera, el momento temporal; en la Noche de San Juan, libertador masculino; joven o príncipe que rompe el hechizo, y otros elementos; espejo, peine de oro, castillo de oro, boda... 

En la leyenda se hablan de una joven y bella princesa, que cae víctima de un hechizo. La joven encantada suele vivir en un castillo, casi siempre de oro (símbolo de la jaula de oro en las que muchos, víctimas de sus ilusiones, están encerrados). Este castillo, puede estar oculto entre la maleza, dentro de una montaña o en un río. En la noche de San Juan, la joven busca a quién le pueda liberar de su encantamiento, este suele ser un hombre, príncipe o buen mozo, pero muchos de los que intentan liberar a joven, caen presa de su encantamiento  perdiéndose en su intrincada  búsqueda, o muriendo ahogados en un río. Sólo alguien puro y valiente, podrá liberar a "la Encantada" de la maldición, es entonces cuando al pueblo retornara de nuevo a la paz.

Lamia de John William Waterhouse

LOS SÍMBOLOS

Cabello largo símbolo de fuerza de los rayos del Sol, como la cabellera de un León, ya que Leo es el signo de la plenitud del verano, cuyo regente es el Sol, y que ahora comienza, con el solsticio de verano, en el signo de Cáncer.

Dicen que nuestro cabello  es la extensión física de nuestros pensamientos. El cabello largo nos ayuda a dirigir instintivamente nuestra vida. Por eso los pueblos indígenas se dejaban melena, ya que ellos pensaban que el cabello tenían puntos de conexión importantes de nuestro cuerpo con nuestro espíritu. En las culturas indígenas los hombres y mujeres de sabiduría llevaban el cabello largo. Casi todo el mundo conoce la historia de Sansón, el gigante que obtenía su fuerza de su cabello largo, y que un día Dalila le cortó su cabellera, con la consiguiente pérdida de toda su fuerza. También se cuentan historias sobre las brujas y hechiceros, que emplean el cabello de una persona para causarle daño, aunque no es el cabello en sí lo que usan para ese propósito sino las emociones que lleva dentro.

El peine es un elemento que ordena la energía que brota de la cabellera, por lo que el peine simboliza nuestra capacidad para aprovechar las experiencias que hemos vivido y aplicarlas a la vida.

El Sol es símbolo del oro. El oro suele estar presente en la leyenda de “La Encantada” en distintos elementos, dependiendo de su origen; unas veces está en el cabello de la joven, en una aguja, en un castillo, una corona o algún tipo de tributo..

El espejo es el reflejo de nuestro inconsciente...

El río, es el fluir de la vida, que inevitablemente llegara un día a confluir (morir) en el mar, donde todos los ríos concluyen...

La boda representa la unión de la Tierra y el Sol, que en septiembre dará sus frutos (en el signo de Virgo)... 

CÁNCER, EL PRIMER SIGNO DEL VERANO

Cáncer es primer el signo que comienza con el verano, y que coincide con las fiestas de celebración del solsticio de verano.

El signo de Cáncer es el signo más profundo de todo el zodiaco, ya que se encuentra en la zona inferior de la carta, y corresponde con la casa 4, que son nuestras raíces familiares. Cáncer, cuyo regente es la Luna, es un signo que representa nuestro inconsciente más profundo. Por eso se dice que en el mes de Cáncer, se nos presenta la oportunidad de romper los encantamientos, ya que las energías son propicias para profundizar en la raíz de nuestros problemas. La profundidad que se desprende de este signo, hace que sea clasificado como uno de los signos kármicos.

Durante el mes de Cáncer, se nos ofrece la oportunidad de llegar a nuestras raíces para superar nuestro pasado, ya que en este signo suelen acumularse todas las experiencias de la infancia que no queremos volver a experimentar, pero que están latentes en nuestro interior, como un lastre que supone un gran obstáculo, para el desarrollo de nuestro auténtico Ser. Es un tiempo provechoso para superar el pasado, liberándonos de los fracasos, frustraciones y recuerdos dolorosos, que nos arrastran y limitan. Superar esas dificultades, permitirá reencontrar nuestro camino hacia nuestra propia fuente interior, para seguir nuestro propio desarrollo. 

La meditación es una ayuda muy significativa, para llegar a profundizar en nuestros problemas y poder superarlos. Durante esta interiorización, es importante preguntarse:

 ¿Qué soy?
¿Qué quiero?
 ¿Cuál es mi propósito en la vida?
 ¿En qué me he convertido?
 ¿Qué influencias recibo de mi educación, mi entorno, mi familia y mis raíces?

Esta es una manera de conectar con el origen y la raíz de nuestros problemas, y con la esencia más profunda de nuestro Ser. Todos tenemos todas las respuestas y soluciones a nuestros problemas en nuestro interior, sólo tenemos que aprender a conectar con nuestra sabiduría interior.

Los lobos simbolizan nuestro instinto e inconsciente. Los lobos son animales tremendamente sensitivos, ladran a la Luna llena porque perciben la energía del inconsciente colectivo humano. En la carta de La Luna aparece el cangrejo, símbolo de Cáncer, que se encuentra en el agua. Cáncer es un signo de agua, relacionado con nuestro inconsciente, nuestras raíces y nuestro hogar... En la parte derecha e izquierda de la carta se pueden ver dos casas, la casa de nuestro padre y nuestra madre, relacionadas con el lobo masculino de la izquierda y el lobo femenino de la derecha... El cáncer es una de las enfermedades que se origina en nuestras células (la raíz de la vida), y en gran medida, a partir de emociones (agua) no superadas...

El sol ilumina nuestras sombras, y las sombras nos indican lo que realmente tenemos que iluminar para superar... 
Esta imagen es una alegoría: El perro, que es la parte instintiva, mira sorprendido las sombras del hombre y la mujer deseándose. Las sombras nos indican la parte inconsciente,  mientras que los personajes reales nos muestran una actitud totalmente diferente.

Es una época, por tanto para acceder a La raíz de nuestros problemas y superar nuestro pasado. En el texto reproducido abajo, sacado del libro “Los signos de zodiaco” de Louise Huber, pone el árbol como ejemplo del signo de Cáncer. En él se explica claramente, que la raíz del problema no está en el árbol en sí, si no en su semilla, que es el origen de todo su potencial. Si nos desarrollamos de acuerdo a nuestro potencial, podremos llegar a nuestro sano desarrollo, pero si nos quedamos en lo exterior, nunca podremos acceder a lo que realmente somos o podemos llegar a ser...

EL ÁRBOL COMO EJEMPLO

En la vida, el crecimiento se produce debido a fuerzas que nos afectan desde dentro y desde fuera. Este proceso también puede observarse en el reino vegetal con el ejemplo de la semilla de un árbol. Una sola bellota contiene todo lo que finalmente acabará siendo una enorme encina. Para crecer, la semilla necesita un suelo apropiado que la nutra de sustancia, así como beneficiarse de la actividad del sol y de la lluvia. Una vez que el brote ha salido a la superficie, el viento lo fortalece. La maravilla del crecimiento y del despliegue de aquello que estaba contenido en la semilla no podría producirse si en su interior no existiera la capacidad de reaccionar de forma positiva a las fuerzas del exterior.

Cuando un ser humano reacciona de forma correcta a las influencias que recibe del exterior y también a la voz interna de su corazón y a su intuición, entonces progresa mediante percepciones graduales hacia la completa autorrealización (interior y exterior se convierten en una unidad).

Continuando con el ejemplo del árbol, en Cáncer (el signo más profundo del zodíaco) podemos imaginarnos el árbol de la vida con unas sólidas raíces profundamente arraigadas en la tierra. Como relata la leyenda, en este árbol están sentadas las tres divinidades que hilan la trama del destino (las Moiras), lo cual es una indicación de que el destino empieza en las raíces o en la fuente.

Allí precisamente reside la causa de todo el proceso de desarrollo de la vida. En Cáncer está ya presente el germen o la semilla de la vida que nos empuja hacia la escalera de la individualización. Es la misteriosa fuerza del desarrollo y de la evolución que, como en el resto de signos cardinales, tiene que ver con la voluntad. En Cáncer, la voluntad personal empieza a tomar conciencia de sí misma y, por primera vez, se percibe el anhelo de subir a la cima, es decir, de llegar a Capricornio.

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