Páginas

jueves, 20 de marzo de 2014

El Mito del Minotauro y el Laberinto

El Minotauro, monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre, era hijo de Pasífae y el Toro blanco de Creta. La leyenda cuenta, que el rey Minos no sacrificó el toro prometido a Poseidón, y este como castigo, hizo que su esposa Pasífae sintiera un deseo incontenible por el hermoso toro blanco uniéndose a él y engendrando al Minotaruro. 

El Minotauro sólo comía carne humana, y cada día que pasaba se volvía más salvaje. Para poder tenerlo bajo control, Dédalo que era un artesano muy hábil, construyó el laberinto de Creta compuesto por una cantidad de pasillos dispuestos en varias direcciones, que siempre llevaban al centro de la estructura, y allí la bestia fue encerrada.

Finalizada la guerra entre Atenas y Creta, y después de haber perdido a su hijo en ella, Minos, rey de Creta, impuso un tributo a Atenas a cambio de la paz: entregar anualmente siete jóvenes y siete doncellas vírgenes como sacrificio para el Minotauro. Los catorce jóvenes eran recluidos en el laberinto, donde vagaban perdidos hasta encontrarse con la bestia, que se alimentaba de ellos.

Egeo, rey de Atenas, tenía un hijo, Teseo, quien un día cansado de tanto sacrificio, decidió acabar con la bestia y el tributo impuesto por Minos. Para ello, ideo ser parte de la ofrenda para enfrentarse al Minotauro y matarlo. 

Teseo llego a Creta junto a los jóvenes que iban a ser sacrificados, y allí fueron presentados a Minos. Teseo conoció entonces a Ariadna, hija de Minos y Pasífae y hermanastra del Minotauro. Ariadna se enamoró de Teseo a primera vista, como otros personajes femeninos que ayudan en los mitos a cambiar el curso de los acontecimientos. La princesa rogó a Teseo que abandonara la idea de luchar con el Minotauro, pues eso le llevaría a una muerte segura, pero Teseo estaba convencido de que acabaría con él. Ariadna conmovida por la valentía de Teseo decidió ayudarle, ella sabía que el arquitecto del laberinto, Dédalo, se las había ingeniado con un ovillo de hilo para construir el laberinto y no perderse en él. Ariadna le entregó a Teseo el ovillo de hilo y una espada mágica. Teseo ató un cabo del ovillo a la entrada del laberinto, y después de acabar con el Minotauro, siguió de vuelta el hilo para salir al exterior.

ANALISIS DEL MITO

El Minotauro es fruto de un deseo salvaje. La bestia salvaje generada por el deseo descontrolado devora a los hombres, su deseo lujurioso no tiene fin, debe de ser encerrado en su propio laberinto donde puede saciar su lujuria destructiva e incontrolada. Al monstruo, cada año se le entregan en sacrificio siete jóvenes y siete doncellas vírgenes. El siete es un número mágico que completa un ciclo vibratorio, antes de pasar a una vibración superior necesitamos pasar por siete etapas. Los catorce jóvenes virtuosos (7varones 7hembras), representan las siete virtudes capitales. Según el Antiguo Testamento, Dios creó siete cielos con sus respectivas dimensiones; Mohamed asciende a los siete cielos por la mística escalera de Jacob. El Minotauro desciende hacia las más bajas esferas infernales, inmerso en las vibraciones de su perversión (como es arriba es abajo).

Teseo pertenece al arquetipo de los héroes solares, que están dispuestos a sacrificar su vida con el fin de liberar a la humanidad. Esta aventura del Ser, es de igual forma la aventura de los grandes avatares de la humanidad, como Jesucristo. Estos avatares son los héroes solares, cuya misión es descender al mundo terrenal para elevar la baja vibración del colectivo humano. Un espíritu iluminado, siempre ayuda a subir la vibración y traer luz al inconsciente colectivo. La sombra grupal está simbolizada por el animal antropófago, mitad hombre mitad bestia cornuda. El avatar esta conscientemente unido por un hilo que le conecta con la divinidad, para no perderse en el laberinto humano. El encuentro entre el Ser humano (Teseo) y la bestia humana (Minotaruro) ocurre en el laberinto, los dos recorren el mismo oscuro camino, pero la diferencia es que el Minotauro esta preso por su bestialidad, mientras que Teseo se interna voluntariamente en el, para obtener el triunfo sobre la bestia y la liberación de su pueblo.

En casi todos los mitos aparece una figura femenina que es la que cambia el curso de los acontecimientos, en este caso es Ariadna, que ofrece el hilo mágico a Teseo. Metafóricamente, el hilo representa el cordón de plata que nos une con el Plano Astral (conocido como uno de los siete cielos). También simboliza el cordón umbilical que conecta el feto a la madre, de la cual recibe el alimento, este cordón se corta con el nacimiento. Ariadna, la figura femenina que decide ayudar al héroe para que pueda dar muerte a la bestia, entrega a Teseo la Espada (el poder) y el Hilo (el sustento).

El rey de Creta Minos (La civilización minoica recibe de Minos su nombre), es hijo Zeus y Europa. Minos al igual que el Minotauro fue engendrado por un toro blanco. Zeus prendado de Europa, se transformó en un toro para seducirla. Minos debe de exigir sacrificios y tributos a los pueblos sometidos por ser hijo de dioses. Minos sigue la tradición que tienen todos los dioses de exigir sacrificios y tributos a la humanidad. 

El toro es un símbolo muy arraigado en las culturas mediterráneas, es un símbolo de fertilidad, virilidad, vitalidad y fuerza. El toro está relacionado con el Sol por su actividad, y con la Luna por su fecundidad (los cuernos del toro recuerdan a una media luna). Enfrentarse a un toro es participar de lo eterno a través de la lucha. En el culto a Mitra, el sacrificio del toro y el bautismo en sangre del toro, se muestra la relación de este símbolo con las fuerzas de la fecundidad, la muerte y la resurrección. El toro es un símbolo cósmico relacionado con el signo del zodiaco Tauro, signo que dominó la Tierra hace unos 5000 años (ver año cósmico o Platónico). La Era de Tauro fue la del crecimiento de la Raza Aria, uno de sus símbolos es el Toro blanco. Esta era  fue caracterizada por el desarrollo material, con el comienzo de las grandes construcciones y artificios humanos. Al ser Tauro regido por Venus, surge la necesidad de gozar y experimentar la vida a través del materialismo.

Toro de Wall Street 

ORIGEN Y SIMBOLOGIA DEL LABERINTO

“En el laberinto, uno no se pierde, se encuentra. En el laberinto, uno no encuentra al Minotauro, se encuentra a sí mismo” Hermann Kern

El origen de la palabra laberinto, viene de la palabra griega lábrys (hacha de doble filo) Los senderos del laberinto tienen doble filo, conduciendo tanto a ideas positivas como negativas. Los laberintos no siempre están para salir de ellos, ya que para el Minotauro es una prisión, pero para Teseo es una meta. No es lo mismo querer salir del laberinto, que querer entrar para obtener un tesoro. Los caminos recorridos son los mismos, pero querer salir es sentirse preso, y querer entrar es querer vivir una aventura.

Aunque el origen del mito se sitúa en la antigua Creta, con la legendaria construcción diseñada por Dédalo, parece ser que el laberinto es uno de los símbolos más antiguos de la humanidad, estando presente en casi todas las culturas, épocas y lugares del mundo. La utilización de este símbolo esta tan extendido, que incluso se pueden ver en los yacimientos megalíticos. El laberinto siempre se ha considerado un símbolo espiritual. 

En el megalítico, se cree que los laberintos que eran dibujados en el suelo tenían la función mágica de atrapar a los malos espíritus. Durante la Edad Media, el laberinto está fuertemente relacionado con el duro camino de los creyentes hacia Dios. En el Renacimiento el ser humano se convierte en el centro del laberinto, como reflejo de las enseñanzas humanistas antropocéntricas. En la actualidad, el laberinto se mantiene como un símbolo vivo presente en diferentes ámbitos, desde la esfera artística en numerosas propuestas en pintura, escultura, cine, etc.

Laberintos en la prehistoria

Laberintos americanos

Aunque no ha sido identificado ningún sitio en Creta como el laberinto del Minotauro, en Cnosos se encontraron monedas del siglo III  a. C. con el símbolo del laberinto en ellas. 

Laberintos romanos

Laberintos en catedrales

Laberintos en jardines clásicos

En general el símbolo del laberinto representa la búsqueda del centro personal, del Yo Superior, la esencia del Ser humano. 

EL MITO EN EL ARTE

Laberinto borgeano
Jorge Luis Borges estaba fascinado por los laberintos. El laberinto borgeano simboliza el proceso transformador de la experiencia humana, donde el viajero constantemente se enfrenta a la destrucción, pero también a la creación de sí mismo. Entre todos los posibles laberintos, el que más fascinó a Borges fue el laberinto del tiempo.

Soy el que pese a tan ilustres modos
De errar no ha descifrado el laberinto
Singular y plural, arduo y distinto
Del tiempo que es de uno y es de todos
Soy el que es nadie el que no fue una espada
En la guerra, soy eco, olvido, nada.
JLB, Soy

Minotaruro y Pablo Picasso
El Minotauro obsesionó a Pablo Picasso hasta el punto de dedicarle una extensa serie de grabados que culminaron en La Minotauromachie.


LABERINTO EN LA ANATOMIA HUMANA

En la anatomía humana encontramos dos estructuras que representan el laberinto. Estas dos partes de nuestra anatomía no están exentas de su significado simbólico:

El oído interno, también llamado laberinto, por su forma similar a un laberinto en espiral. La similitud del oído interno con una espiral, evoca igualmente la escalera de Jacob de Blake, tal y como escribí en otra entrada del blog: En Blake, la imagen de la escalera de Jacob está íntimamente ligada a la anatomía del oído, cuyos canales auditivos llama: “escalera en espiral sin fin que lleva hasta el último cielo”. La “apertura del oído interno” era la condición previa de la toma de contacto con los mundos superiores. 



Otra estructura del cuerpo similar a un laberinto es el cerebro. En el “Tratado Sobre Los Siete Rayos” de  Alice A. Bailey, podemos encontrar algunas citas de su maestro el Tibetano, que nos da alguna pista de cómo podemos salir de los intricados laberintos del pensamiento:

“El hilo que nos sacará del intrincado laberinto del pensamiento y en el cual debemos por fuerza entrar, es el hilo dorado del amor, de la comprensión, de las relaciones y de la conducta”

“Todo es ilusión, oh Morador de las tinieblas. Sal a la luz del día. Despliega la gloría oculta del Bendito Ser, la gloria del Uno y Único. La gloria y la verdad destruirán rápidamente aquello que ha ocultado la verdad. El prisionero puede liberarse. Rasgar el velo que ciega, enunciar claramente la verdad y practicar el bien, proporcionarán al Bendito Ser ese hilo dorado que lo liberará del laberinto de la existencia terrenal”

Jung (fundador de la escuela de psicología analítica), en cierta ocasión visitó una comunidad de indios nativos en Nuevo México, donde el jefe de la tribu, le dijo que creía que el hombre blanco estaba loco por pensar con la cabeza en lugar de pensar con el corazón. 


Bibliografia:
Tratado Sobre Los Siete Rayos. Tomo II. Alice A. Bailey

1 comentario: